Desaprender. Nunca le había
prestado atención a esta palabra sólo hasta el día que en un seminario de
pedagogía el ponente lo usó como base de su discurso para exponer la
importancia del verbo en el contexto de las nuevas tendencias de conocimiento y
educación. Desde entonces, considero que desaprender resulta más relevante y
esencial que aprender, porque constantemente estamos en función de apropiar, de
adquirir nuevas formas, métodos, estilos, y no me refiero al conocimiento
intelectual en sí mismo, me refiero a la vida y su digna cotidianidad.
Desde niños estamos adquiriendo
normas y paradigmas para hacer las cosas, la sociedad y la familia nos sumergen
en escenarios en los cuales el discurso siempre será con tendencia a apropiar,
recibir y almacenar información y comportamientos, lo cual está bien y es
apenas lógico, no obstante a ese discurso le ha faltado y le seguirá faltando
el concepto de desaprender. Siendo así resulta mucho más difícil el desaprender
porque este implica prácticamente deshacerse de todo lo anterior, seguramente
sin razón o sin argumento que lo sustente excepto aquel que nos dicta la razón
o el corazón. Y no es fácil porque si aprender muchas veces parte de la
obligación, ni qué decir del desaprender: se hace a la brava, se hace a punta
de fracasos y al mejor estilo de la ciencia misma por ensayo y error.
Se desaprende realmente después
de un gran tiempo de reflexión al tomar conciencia plena de que lo hecho o
pensado no ha servido o no ha dado resultados. Si este proceso se diera en
horas, días o semanas no sería tan complejo, el problema es que el desaprender
puede tomar meses e incluso años, no hay un tiempo establecido que indique
cuándo se está preparado para desaprender, es más, hay una alta probabilidad de
que esto nunca se dé.
Este es un micro escrito, estoy
en el proceso de desaprender muchas cosas y una de esas tantas es ponerle un
poco de freno a las palabras y dejar lugar a la libre interpretación. Citando a
Umberto Eco con “Obra Abierta”, justo necesito hacer de mis escritos algo así
lejos de las metáforas y la prosa que poco han funcionado y es necesario
desaprenderlas.