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Soy cotidiana, y eso para mi ya es muy importante. Desde lo común se perciben cosas y situaciones que no son posibles en otros aspectos. Me gusta el marketing, lo ejerzo y lo he llevado hasta las aulas universitarias, las cuales son mi principal complemento para todo lo demás. Los animales son otra de mis pasiones y preocupaciones. El medio ambiente y la vida en sociedad son otros temas también que ocupan mis días. Escribo por gusto no por obligación y afortunadamente encontré un trabajo en el que me pagan por hacerlo.

sábado, 10 de febrero de 2018

NO SOLAMENTE ERES LO QUE COMES, TAMBIÉN ERES LO QUE RESPONDES

Antes de toda la revolución tecnológica que ahora es parte del siglo XXI, era una buena costumbre responder las cartas, devolver las llamadas. De esto, las generaciones anteriores sí saben muy bien lo que hablo, pues era muy mal comportamiento dejar a una persona sin respuesta, como se dice ahora "dejarla en visto". Si bien, las herramientas hoy son diferentes -WhatsApp, redes sociales, correo electrónico, entre otros-, las personas siguen siendo personas, que yo sepa, y como personas siempre estamos esperando una respuesta si nos dirigimos a otra.
Así como dejar con la mano estirada a quien nos saluda con ella es de pésima educación, también lo es cuando ignoramos un correo, un mensaje o un comentario. A no ser, que el otro se dirija a mi para insultar o para decirme cosas imprudentes, estamos en el deber de responder los mensajes de quien se comunica con nosotros y esto no tiene excusas, con excepción del caso planteado aquí hace un momento. La falta de tiempo, las ocupaciones, la pereza o peor, hacerse el "interesante", no funcionan, no, si queremos construir una buena imagen personal y no si queremos tener las puertas abiertas a las posibilidades laborales, personales o de negocios.
Cuando su empresa le asigna un correo corporativo tenga la seguridad que lo hace porque es el canal de comunicación que le proporciona para eso: comunicarse. Así las cosas y según su función usted está obligado a responder a quién le escribe por este medio porque para eso se hizo el correo; si dado el caso alguien se dirige en comunicación y usted no es quien pueda dar respuesta a tal requerimiento, su actitud de servicio y de respeto deberá ser la de responder dirigiendo a la persona a quien sí pueda dar solución o trámite a ese remitente.
Las empresas deberían saber esto y deberían "educar" a su staff en relaciones públicas y netiqueta porque bien o mal, eso es parte importante de la imagen de marca. Así de simple.
Si hablamos de su correo personal, hay unas variaciones, hay contextos, pero opera de forma similar. Contestar los correos es una buena práctica y a no ser que tengamos motivos muy personales con el remitente -asuntos de pareja, problemas de familia y amistades, acoso, abuso o el spam de siempre- tener una actitud de respuesta es parte de las relaciones públicas. Habrá quien me diga que no responder puede obedecer a una intención voluntaria. Bueno, eso es otra cosa. Si usted está seguro de que no quiere nada absolutamente con la otra persona y está muy seguro de no necesitar en un futuro de esa persona, es una elección libre: hay casos de casos.
Pero si no está seguro, no sabe cómo responder o piensa dejar la respuesta para un después, mi recomendación es que sea diplomático y no deje al azar su imagen, de verdad.
Todo lo anterior aplica para los chats y redes sociales, no importa la plataforma. Por supuesto que un grupo de WhatsApp donde mucha gente envía chistes, opiniones y demás información casi irrelevante no implica como tal una respuesta. De igual manera cuando los chistes son directamente a usted. Pero si alguien lo saluda, le pregunta algo, le pide un favor, una información, ¿por qué no contestar? He visto casos en los que alguien solicita algo, cualquier cosa. Uno responde con la información o peor, el favor que necesitan y nunca más, ni un gracias hay como respuesta. Desagradable, muy desagradable. Ustedes me comprenden.
Tomarse un minuto o menos para un mensaje de vuelta es parte del respeto, de las relaciones públicas y de la netiqueta. Contestar con un simple gracias aunque sea a una felicitación de cumpleaños es un gesto sencillo y valora la intención del otro con usted. Si el tiempo no le da para responder ya sea a sus clientes o contactos de Facebook o WhatsApp puede hacer algo mejor que dejar en visto: o no publica nada y solo incluye a quienes realmente quiere responderles, o mejor cierra todos sus canales de comunicación y así quizá personalmente entabla conversaciones one to one solo con aquellos que son de su interés.

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