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Soy cotidiana, y eso para mi ya es muy importante. Desde lo común se perciben cosas y situaciones que no son posibles en otros aspectos. Me gusta el marketing, lo ejerzo y lo he llevado hasta las aulas universitarias, las cuales son mi principal complemento para todo lo demás. Los animales son otra de mis pasiones y preocupaciones. El medio ambiente y la vida en sociedad son otros temas también que ocupan mis días. Escribo por gusto no por obligación y afortunadamente encontré un trabajo en el que me pagan por hacerlo.

domingo, 18 de febrero de 2018

REGALAR ES UN ARTE DE MAGIA DESPERDICIADA

Acaba de pasar San Valentín y aunque es una fecha de tradición muy norteamericana, muy de Europa, poco a poco en Latinoamérica ha venido tomando fuerza y ya las personas se incorporan a su celebración. En Colombia se conmemora con más fuerza en el mes de septiembre y digamos que lo importante de estos días en todo el mundo, es la intención de recordar a ese amor, a esos seres queridos, a esos amigos para agradecerles su compañía y el afecto que nos han dado o sentimos por ellos.
Pero no voy a hablar de esas fechas, voy a hablar de la importancia que tiene el regalar en general, porque regalar es todo un arte y debe hacer parte de nuestros hábitos de gratitud siempre, en el día a día, a cada hora, en cada momento. Regalar no necesariamente debe ser una acción que esté mediada por el dinero y por un presente material, de hecho cuando se regalan "cosas inmateriales" estamos enfocando mejor este arte. Siempre debemos procurar regalar en la cotidianidad sin dejar de lado las fechas especiales y comerciales pues si usted queriendo rebelarse en navidad, en un cumpleaños o en el día del amor y la amistad porque su argumento es que esto es marketing, pues yo le digo sí, es marketing pero no puede ignorar a quienes ama solo por ello.
No obstante, regalar debería ser un hábito con dos componentes importantes: que sea constante y que sea impactante, y ojo que con ello no quiero decir que impactante está asociado al regalo más caro o al más creativo, quiero decir que ello debe quedar en el mejor lugar de todo ser humano, el corazón. Cuando hablo de constante quiero que usted piense en hacerlo un propósito para su vida espiritual y profesional, porque regalar abre caminos, porque aquí yo hablo de regalar buena actitud, buenas palabras, buenos comportamientos, buenos pensamientos. Entonces, no necesita llevar un objeto todos los días a las personas con quienes comparte su lugar de trabajo o su casa, su entorno, pero sí puede regalar tranquilidad, palabras que construyan y levanten el ánimo, compañía, solidaridad, tantas cosas. Cuando se encuentre con alguien que no tiene un buen semblante no le diga que está feo o gordo, eso no va a cambiar positivamente a esa persona y seguramente sí le estará amargando el resto de día. Sin ser hipócrita, usted puede hacer referencia a un accesorio que lleve puesto, a lo bien que huele, no sé, tantas cosas buenas que usted puede decir y que son un regalo porque estoy segura, usted le hizo el día un poco mejor a esa persona.
Cuando llegue a casa cansado en lugar de pelear con su pareja, sus hijos o su mascota, haga un esfuerzo por compartir lo bueno que le sucedió como una anécdota o algo divertido, por darle un abrazo a esa persona que no vio en todo el día, por darle un beso a quien le acompaña constantemente, eso es un regalo que la gente así sea en silencio agradecerá más que una cantaleta abominable.
Si usted es un jefe regale a sus empleados palabras de agradecimiento por ejemplo, destaque su labor cuando lo hagan bien. Un buen líder no es el que más grita o el que se gana la autoridad a costa del miedo de los demás, un buen líder se gana el respeto y lo da, no lo regala, pero sí puede obsequiar su sabiduría compartiendo su conocimiento y entendiendo que los otros también son seres humanos.
Regale sonrisas, regale actitud cuando llegue a un restaurante o sala de belleza, es cierto que usted está pagando pero quien hace un trabajo para usted quizá esté necesitando en ese momento "un algo" que lo motive a continuar en la vida y usted no solo está ganando riqueza espiritual, también está ganando la posibilidad de que ese otro le regale un mejor servicio del que usted espera, nunca se sabe.
Este es un tema que se puede asociar al personal branding e imagen de marca porque cuando esa actitud de regalar es parte de su estilo de vida, se dará cuenta que será el favorito de otros: en su familia, de sus clientes, del mercado, una diferenciación clara frente a la competencia en todos los ámbitos, porque usted se transforma en una persona especial que ofrece experiencias y momentos buenos, o ¿quien quiere estar al lado del criticón, del gruñón, del chismoso, del que se queja de todo? nadie, excepto los que son iguales a él. Es un tema de Relaciones Públicas porque como he insistido en este y otros contenidos que tengo, no se puede dimensionar hasta donde llega la gratitud de alguien y el poder de recordación que genere en el otro, simplemente porque usted quizá dijo una palabra que se necesitaba en el momento exacto y oportuno, o porque regaló una sonrisa. Eso es abrir puertas.
Quiero aclarar esto. Regalar no es equivalente a dar algo porque se requiere un favor del otro o peor aún, dar algo que ya no necesito. Es muy común escuchar a la gente decir: "hay que darle un regalo a fulano para que nos haga este favor" o "voy a regalar una ropita que ya no me sirve a los más necesitados". Cuidado con ese cruce de conceptos, pues regalar es un acto donde se hace un esfuerzo -no obligado ni con malestar- por otra persona y no es deshacerse de lo que ya no uso.
Lo anterior lo han entendido también algunas marcas y empresas que usted podrá notar en  productos que no le "regalan" nada, me refiero a la práctica promocional de "te doy una salsa por la compra del spaguetti" o algo así, o no cobrar. Usted en su negocio cobre lo que tenga que cobrar, pero regale experiencias, momentos inolvidables -ver marketing experiencial, Brand Sense- y entenderá a qué me refiero. No voy a mencionar marcas pero piense en aquellas que en Black Friday sin pedirlo a sus clientes, logran que literalmente se atropellen cuando abren las puertas y no necesariamente porque ese día haya descuentos, es porque aman, adoran la marca por sus buenas prácticas de experiencia con su mercado todos los días del bendito año.
Pues bien, ya para finalizar, mi consejo es que incorpore el hábito de regalar y póngalo en práctica correctamente en el entorno que desee y yo le aseguro que verá resultados, porque es un arte, porque tiene magia y esa la necesitamos a diario para construir nuestra imagen pero también nuestro interior.


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