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Soy cotidiana, y eso para mi ya es muy importante. Desde lo común se perciben cosas y situaciones que no son posibles en otros aspectos. Me gusta el marketing, lo ejerzo y lo he llevado hasta las aulas universitarias, las cuales son mi principal complemento para todo lo demás. Los animales son otra de mis pasiones y preocupaciones. El medio ambiente y la vida en sociedad son otros temas también que ocupan mis días. Escribo por gusto no por obligación y afortunadamente encontré un trabajo en el que me pagan por hacerlo.

domingo, 4 de marzo de 2018

LA COMPETENCIA NOS HACE MEJORES

Ser competitivo es inherente al ser humano, va en el instinto de supervivencia e incluso lo podemos ver en el reino animal, por lo tanto es inherente también a la vida. Este concepto no se quedó entonces en la pura necesidad de alimentarse o aparearse, trascendió hace mucho tiempo al campo de los negocios y  el marketing lo adoptó como uno de sus pilares en los cuales se basa para empoderar productos y servicios en un mercado que cada vez cobra más demanda, por eso la competitividad debe entenderse desde varios ángulos pero el más importante tiene que ver con la diferenciación. De esta forma, un ser humano es competitivo cuando tiene un valor, cualidad, aptitud o rasgo que lo hace diferente a los demás: único, llamativo e irrepetible, y esa competitividad puede estar dada desde un factor intelectual o físico, desde una habilidad o don, desde una capacidad o un atributo pero jamás desde un comportamiento o acción que pase por encima de los derechos y dignidad de otros.
Lastimosamente, en nuestra sociedad muchas personas aún piensan que para ser competitivos deben ser tramposos, desleales, hipócritas e imitar a otros; erróneamente creen que haciéndole un puntapié a los demás son muy destacados y en vez de reprobar estas conductas, esa misma sociedad avala estas maneras asignándoles adjetivos como astuto, inteligente, líder, "avispado", etc, cuando en realidad lo que está haciendo es respaldando a personas mediocres que no tienen la capacidad de medirse con altura ante la superioridad de otros.
Ser competitivo implica ante todo humildad porque es a través de esta que somos capaces de reconocer las fortalezas de otros y las propias. Cuando alguien entiende que la competencia es necesaria para que nosotros mismos podamos ser mejores ya no se ve la competencia como al enemigo que está menguando mis posibilidades, sino como al referente del que puedo aprender y del que puedo observar en qué soy yo diferente para destacarme con mis propios méritos.  Las personas y las organizaciones que respetan a su competencia trabajan en ellos mismos para superarse y distinguirse por algo y no pierden su tiempo en mirar como acabo con el otro para sacarlo del camino y aquí la humildad es imprescindible porque se establece que un mercado como en la vida somos una buena opción para unos y mi competencia una mejor para otros. Es la dinámica económica y es también la de selección natural que rige al universo entero.


Por otro lado, ser competitivo requiere esfuerzo y trabajo, en resumen disciplina, esto significa que no es suficiente con tener una cualidad natural o adquirida. Si eres muy inteligente deberás usar esa inteligencia para aplicarla a un campo específico que traiga progreso y beneficio al entorno, pues de nada le sirve a una persona ser inteligente si usa ese don para dañar, robar, matar. Si eres hermoso deberás cultivar esa belleza con otros rasgos de tu personalidad, trabajar en ser persona también pues el mundo está lleno de bellos vacíos que van y vienen sin dejar huella y cuando eso acaba quedan con sus manos y su alma deteriorada. En marketing un producto o servicio puede ser excelente pero si se queda estancado sin innovar y responder a los avances del mercado, llega otro que fácilmente lo saca del camino y casos tenemos muchos.
Y como decía al principio, ser competitivo es ser diferente, auténtico y para ello hay que ser creativo. Entonces ser diferente no debe interpretarse como el hecho de buscar de cualquier forma destacarme usando métodos que agredan a otros y vayan en contra de la imagen personal. Esto lo digo porque aquí también hay que aclarar algo y es que confundir el ser diferente con convertirse en una persona desagradable, que todo el tiempo contradice a otros, que no está de acuerdo con nada, que en resumen, hace lo que le da la gana, no es ser diferente y mucho menos auténtico. Eres diferente cuando eres tú mismo y cuando por supuesto eliges la persona que quieres ser siempre y cuando tu estilo, forma de pensar y convivir en sociedad no implique pisotear lo derechos de otros seres humanos; y en esto también hay que tener presente que no se trata de mantener contento a todo el mundo, habrán quienes no compartan tu perspectiva pero es muy distinto estar en desacuerdo a violentar la integridad de alguien.
Por ejemplo, puedes tener tu posición política, tu argumento de vida, tu forma de vestir y eso nadie debería cuestionarlo en principio, pero si lo que haces ya está dañando a alguien así sea a una sola persona, entonces no eres auténtico sino fastidioso.  Ser competitivo con todo lo que implica lleva una impronta de valores y ética y esto no es negociable, si eres una empresa deberás actuar correctamente en todos los niveles hacia dentro y hacia afuera, si eres una persona tu factor diferencial también será una cuestión que fluye del interior hacia el exterior.  Por consiguiente, ser competitivo no implica gritarlo a los cuatro vientos porque eso se nota, los demás se darán cuenta. Y digo esto porque tanto las redes sociales como la vida física, están llenas de personas que se jactan de ser mejores que los demás, de ser los más hermosos, los más inteligentes, los intelectuales a quienes no se les puede increpar o contradecir, y considero desde mi punto personal que el realmente bello, inteligente, capaz y todo lo demás, es una persona que se destaca sin necesidad de tanto teatro en su vida porque son sus acciones las que hablan por ella.
Si quieres ser competitivo realmente trabaja en ti, lee, ¡camina! bájate de tu carro por un día y sal a conocer a otros en un bus o en el metro, habla con personas de todas las clases sociales, prueba un delicioso helado en la calle así como disfrutas de una cena en el restaurante más costoso; observa más y habla menos, cultiva tu ser interior, que el gimnasio y las dietas están bien pero no surten efecto en un espíritu vacío; invierte tu tiempo en comprender y respetar a otros en lugar de envidiar y criticar... son muchas cosas las que podría decirte aquí, lo que quiero que comprendas es que en el caso de las empresas y marcas que son exitosas estas asignan muchos recursos y espacios para investigar y así logran innovar, tú puedes hacer lo mismo si quieres descubrir en qué eres mejor que otros pues seguramente tienes algo muy bueno que ofrecer que quizá no has explotado lo suficiente porque vives pensando en lo que los demás hacen y no en lo que tú haces.
La competencia es buena, es tu aliada porque es tu referente, no tu enemiga.
Gracias y hasta la próxima.

4 comentarios:

  1. Muy buen blog. Felicitaciones. Muchas gracias porque el mercadeo tiene mucho de responsabilidad social, no sólo es parte del capitalismo brutal.

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    1. Gracias Álvaro, lo hago con todo el gusto pues son temas que me apasionan y me gusta compartirlo con todos ustedes. Un abrazo y de nuevo gracias por tu comentario.

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  2. Me gustó mucho. Gracias por dejar tantas enseñanzas.

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    1. Con mucho gusto, es un placer para mi aportar hacia otras personas de la misma forma en que muchos otros han aportado tanto hacia mi. Saludos!

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