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Soy cotidiana, y eso para mi ya es muy importante. Desde lo común se perciben cosas y situaciones que no son posibles en otros aspectos. Me gusta el marketing, lo ejerzo y lo he llevado hasta las aulas universitarias, las cuales son mi principal complemento para todo lo demás. Los animales son otra de mis pasiones y preocupaciones. El medio ambiente y la vida en sociedad son otros temas también que ocupan mis días. Escribo por gusto no por obligación y afortunadamente encontré un trabajo en el que me pagan por hacerlo.

lunes, 16 de noviembre de 2020

CUESTIÓN DE ACTITUD


La actitud no es una pose ni una postura amañada que pretenda desde la falsa alegría o el positivismo exagerado, mostrar una cara cuando estamos sintiendo o viviendo otra cosa.

De hecho, la actitud, cualquiera que esta sea, está claro que determina el resultado de un algo y también el ambiente en un contexto. Cuando hay mala actitud no se puede esperar que los otros tengan una respuesta amable o que las cosas salgan mejor, si hay algo contagioso más que muchas otras cosas, es precisamente una actitud; por eso, cuando la actitud es buena sí que transforma a otros y a un entorno.



Defiendo mucho el tener derecho a sentirnos tristes, enojados, contrariados, insatisfechos y a decirlo por supuesto. A vivir y sentir un momento sin tener que estar disimulando lo que llevamos por dentro, y tener actitud no se trata de fingir lo que no somos o de hacer “cara de ponqué” cuando la situación no da para ello. Si totalmente llevamos por delante de cualquier cosa que hagamos, el respeto, ese derecho a sentir y expresarse es válido siempre y cuando con esto no pasemos por encima de los otros.

Y lo afirmo, porque tener actitud es entender en primer lugar que los demás, (tus clientes, tu familia, tus amigos, tus compañeros de trabajo, tus empleados, cualquier persona) no tienen la culpa de lo que pasa o haya pasado en tu vida y no está bien actuar mal con los otros de forma displicente, grosera o atrevida solo porque nos sentimos mal. Como es importante también comprender que por más que tengamos un problema nada nos quita el ser amables, educados y empáticos con los demás.

Es muy desagradable que como cliente uno tenga que aguantar la mala actitud de quien supuestamente te está prestando un servicio, o llegar a una organización donde el clima laboral es insoportable, simplemente porque no hay gestión en este sentido. No olvidemos que el ambiente y la buena actitud no la hacen ni la infraestructura tecnológica ni las construcciones bien diseñadas, pues son las personas las que forjan esas dinámicas y si son negativas, seguramente esto saldrá a relucir y puede impactar incluso un indicador como las ventas.

Tener actitud es procurar hacer llevadera la vida misma, que de por sí, ya tiene muchos conflictos. Es trabajar por dar a otros así no los conozcas un buen trato. La buena actitud abre muchas puertas y aunque no siempre el tenerla nos garantiza que los demás te lo vayan a devolver también en la misma línea, te darás cuenta que la mayor ganancia te la llevarás para ti mismo.

Hasta la próxima.

 

 

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